EL PRIMER TRABAJO DE UNA MUJER

En la vereda de una calle dos jóvenes mujeres de 18 años llenas de emoción y entusiasmo festejaban que ambas consiguieron su primer trabajo.

Este paso en sus vidas laborales les permiten dejar atrás su limitaciones y sus privaciones económicas y, empoderadas, sus esfuerzos son reconocidos en el mundo del trabajo.

Esta situación, que tan solo es un ejemplo de lo que debería ocurrir cotidianamente, debe marcar el rumbo de nuestra sociedad y de las organizaciones que tendrían que procurar el camino hacia la independencia de todos los jóvenes y especialmente de las mujeres, que aún siguen siendo discriminadas en la desigualdad e salarios.

Otros aspectos que hacen a esta cuestión tiene que ver con el conocido “techo de cristal”, concepto que representa un obstáculo de crecimiento para las mujeres en el día a día al momento de alcanzar puestos jerárquicos. También el hecho de que la mujer siga siendo quien más horas le dedica al cuidado de la familia y del hogar.  

EL PRIMER TRABAJO DE UNA MUJER

En la vereda de una calle dos jóvenes mujeres de 18 años llenas de emoción y entusiasmo festejaban que ambas consiguieron su primer trabajo.

Este paso en sus vidas laborales les permiten dejar atrás su limitaciones y sus privaciones económicas y, empoderadas, sus esfuerzos son reconocidos en el mundo del trabajo.

Esta situación, que tan solo es un ejemplo de lo que debería ocurrir cotidianamente, debe marcar el rumbo de nuestra sociedad y de las organizaciones que tendrían que procurar el camino hacia la independencia de todos los jóvenes y especialmente de las mujeres, que aún siguen siendo discriminadas en la desigualdad e salarios. Otros aspectos que hacen a esta cuestión tiene que ver con el conocido “techo de cristal”, concepto que representa un obstáculo de crecimiento para las mujeres en el día a día al momento de alcanzar puestos jerárquicos. También el hecho de que la mujer siga siendo quien más horas le dedica al cuidado de la familia y del hogar.